15 mayo, 2017

Un día el Slam estará en los libros de historia - AfterPunk, Edgar Khonde

Un día el Slam estará en los libros de historia

slam
Proyecto apoyado por el Fondo nacional para la Cultura y las Artes
Una vez, cuando trabajaba en las librerías de viejo en la calle de Donceles, me puse a leer en voz alta a Keynes. La gente que estaba en ese momento en el interior del local, se juntó tímidamente a escucharme. Un vato se sorprendió cuando mostré la portada del libro, dijo que de verdad creyó que era un poema y no un tratado de economía, como había descubierto. Al demás público no le importó nada el asunto, supongo que no conocían al economista británico.
Tiempo después, con textos que yo calificaría de miserables, participé en un recital en el parque que está frente al Multiforo Cultural Alicia. Ahí conocí a Rodrigo Solís, y otros gritones callejeros. En ese entonces yo me dedicaba a improvisar piezas con las cosas que tenía frente a mí, objetos textuales: anuncios, letreros, encabezados y nombres de cosas, pero no al estilo del hip hop; básicamente enumeraba cosas con un ritmo que iba de lo lento a lo frenético. Yo le llamaba poesía veloz. Era mi forma de hacer punk con las palabras. Una fiebre concebida durante mi postadolescencia.
Lo que hice con Keynes, lo hice muchas veces en los cafés, foros y bares, donde me dejaban hacer un recital. Para rematar mis intervenciones cogía la carta del lugar, y leía frente al público. De verdad que era lo más exitoso de mi parte. La poesía veloz, la punk poesía, entendida de ese modo tan doityourself con lo que tengas a la mano, hubiera, supongo, sido célebre de haberla seguido practicando. Lo que pasa es que luego de verdad me interesé por conocer los vericuetos de la escritura y poder apropiármela. Y espero que haya merecido la pena tomar ese camino; este blog es uno de los resultados.
Fui al primer Slam en México y perdí. Supongo que tengo el récord más negativo de la historia eslamera en este país. Me he subido al ring no pocas veces, algunas con el verdadero deseo de ganar, otras para molestar y provocar. Para mí lo mejor de esta escena, es que he conocido a mucha gente, muchos amigos, y varios eslameros que tienen un trabajo impresionante.
Una vez dije en un post en fb que todos los gritones, juglares, eslameros, poetas, todos, éramos hijos del Rot Solís. Para mí, el Rot es como nuestro Pedro Páramo. Ahora que lo reflexiono, ese recital en el parque, mi paso por Los Palabracaidistas, los torneos de Adversario en el Cuadrilátero, todos los recitales ocurridos en México que rompieron con la lectura tradicional de sentarse a leer en una mesa, o incluso esos recitales pleistocénicos, todo ello -todos los caminos- nos lleva al Master Slam CDMX – Final – Torneo Metropolitano.
No digo que la escena eslamera actual le deba algo a alguien, o a quienes rompieron en el pasado con el recital tradicional, lo que pienso es que el desarrollo de la historia de este ramo de la poesía, converge en este momento en ese hecho. Entenderlo así es quizá un atrevimiento, pero tiene su lógica. Pienso en Uruguay 1930, el mundial de fútbol. Que ocurriera esa justa, fue el resultado lógico de la evolución del fútbol, si se entiende que la evolución es un cambio permanente hacia alguna parte, no necesariamente hacia un estado mejor de la situación.
En este caso no sé si esa final eslamera es lo mejor que nos haya pasado, pero sí sé que es necesaria.
Necesaria porque existe una organización de individuos, colectivos, que han juntado esfuerzos para que suceda. Existe un reconocimiento institucional y público del fenómeno. Obviamente la escena no congrega masas, la poesía nunca lo ha hecho, pero funciona y hace que se desarrollen fenómenos secundarios a su alrededor. Hay un público que lo consume y exponentes que lo alimentan. El Poetry Slam Mexa, quizá, está en una fase en la que se propone como una forma de relato dentro de la Literatura Mexicana. No estoy loco por decir eso, ni sobrevaloro el fenómeno. En la Literatura, las manifestaciones más antiguas en cualquier lengua provienen de la oralidad, y de actos donde un juglares y trovadores participaban en escenarios no tan alejados de un acto eslamero.
Ojalá que este texto sirva para que quienes lo lean asistan a la Master Slam CDMX, aunque sea por curiosidad. Tenemos en apariencia la garantía de que nos encontraremos con los mejores exponentes eslameros del De eFe y el EdoMex, o sea del centro del universo.
Epílogo
Y luego ya saben, vendrá la final nacional, con eslameros de otros puntos del país. El ganador se irá a una especie de mundial o algo así.
Un día en el futuro, alguien se acercará a algunos de ustedes y les pedirá que narren cómo fue la final de ese slam.
Por cierto, acerca de la velocidad y el punk, dense a este fokin poeta punk.

*Texto extraído del original, publicado por su autor Edgar Khonde en el sitio Afterpunk: https://edgarkhonde.wordpress.com/2017/05/12/afterpunk-un-dia-el-slam-estara-en-los-libros-de-historia/

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