19 febrero, 2012

(FRAGMENTOS del poemario “Aunque ande en valles de la muerte, no temeré mal alguno”)

a sur ser entero
a su país


si su cuerpo le pide llover mientras lee este libro tome el índice a forma de braga y camine leyendo el resto, mojará las iniciales de cada poema y al evaporarse, su lluvia describirá un aroma parecido al té verde

cuando mi mejor amigo entró en el juego de dormir y escribir dormir y escribir, me mudé a su casa y empecé a cocinar todas las noches, variando un poco entre pasta y pastelillos de atún. en la dedicatoria de su primer novela, él dijo se trata más de ser menos cobarde que de ser su amigo/ de no ser un maricota con el líder y portarse firme ante el conjunto/ abrir las piernas desde casa y tocarnos mientras ella lee en voz baja el génesis: su miel sobre nuestros oídos saliéndose del cauce/ en las orillas de nuestra mente se levanta un hombre de mármol/ dice que su nombre es coronel tapitas/ su misión es besarnos/ no dormir y besarnos/ besar nuestros labios/ no dormir besar nuestras lágrimas el sueño/ no reír no matar no mentir/ besar nuestras risas nuestros crímenes nuestras destrezas/ se trata más de estar bajo las sábanas que de quererle/ de no estar con otra mujer y ser un buen amigo. después de un año sin salir de casa me invitó a comer y luego al cine de arte, me confesó que los poemas que aprendió de memoria eran parte de un poemario oral que saldría publicado al morir, sólo yo les escucharía:


daré mis órganos escritos en papel periódico antes de que explote tu cuerpo llama de agua,
y lo que sobre de mi vida servirá en cenizas como tinta para un tatuaje con tu nombre en latín. mis hijos no tendrán permitido el llanto ni la cólera, ni sus madres registrarán odio en sus ojos, dirán que fue un acto bello equiparado al nacimiento de las orugas y la lengua de las mariposas. donde se coloque cada una de mis posibilidades corporales existirá un poema, su composición espiritual se volverá el apellido de las gente, extensiones de mi vida. mi discontinuidad de hombre, el acto erótico sagrado, residirán en los latidos y su escritura.


algún amante de tu época sentirá mi voz al abrazarte y compondrá un cuadro con mi rostro sin saber de mí, mis amigos de la infancia ahora ancianos preguntarán quién ese hombre y responderás que eres tú mientras les abrazas. llorarán y uno te mostrará un fragmento mío escrito en su bastón: llevarme pronto a donde muere la gente y colocar mi sangre y botones donde falten.







Versión descargable y pronto a la venta dentro de la Antología:  

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